viernes, 3 de enero de 2020

APOCALIPSIS 5

Apocalipsis 5 Nueva Traducción Viviente (NTV)


El Cordero abre el rollo

Luego vi un rollo[a] en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. El rollo estaba escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Vi a un ángel poderoso, que proclamaba con fuerte voz: «¿Quién es digno de romper los sellos de este rollo y abrirlo?». Pero nadie en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra podía abrir el rollo y leerlo.
Entonces comencé a llorar amargamente porque no se encontraba a nadie digno de abrir el rollo y leerlo; pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David,[b] ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos».
Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu[c] de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra. Él pasó adelante y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios. Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras:
«Tú eres digno de tomar el rollo
    y de romper los sellos y abrirlo.
Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios
    de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.
10 Y la has transformado
    en un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
    Y reinarán[d] sobre la tierra».
11 Entonces volví a mirar y oí las voces de miles de millones de ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. 12 Ellos cantaban en un potente coro:
«Digno es el Cordero que fue sacrificado,
    de recibir el poder y las riquezas
y la sabiduría y la fuerza
    y el honor y la gloria y la bendición».
13 Y entonces oí a toda criatura en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar que cantaban:
«Bendición y honor y gloria y poder
    le pertenecen a aquel que está sentado en el trono
    y al Cordero por siempre y para siempre».
14 Y los cuatro seres vivientes decían: «¡Amén!». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero.

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