La maldad humana
1 Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y tuvieron hijas,
2 los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Entonces tomaron como mujeres a todas las que desearon.
3 Pero el Señor dijo: «Mi espíritu no permanecerá en el ser humano para siempre, porque no es más que un simple mortal; por eso vivirá solamente ciento veinte años.»
4 Al unirse los hijos de Dios con las hijas de los seres humanos y tener hijos con ellas, nacieron gigantes, que fueron los famosos héroes de antaño. A partir de entonces hubo gigantes en la tierra.
5 Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal,
6 se arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra, y le dolió en el corazón.
7 Entonces dijo: «Voy a borrar de la tierra al ser humano que he creado. Y haré lo mismo con los animales, los reptiles y las aves del cielo. ¡Me arrepiento de haberlos creado!»
8 Pero Noé contaba con el favor del Señor.
El diluvio
9 Ésta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo y honrado entre su gente. Siempre anduvo fielmente con Dios.
10 Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11 Pero Dios vio que la tierra estaba corrompida y llena de violencia.
12 Al ver Dios tanta corrupción en la tierra, y tanta perversión en la gente,
13 le dijo a Noé: «He decidido acabar con toda la gente, pues por causa de ella la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra.
14 Constrúyete un arca de madera resinosa,1 hazle compartimentos, y cúbrela con brea por dentro y por fuera.
15 Dale las siguientes medidas: ciento cuarenta metros de largo, veintitrés de ancho y catorce de alto.2
16 Hazla de tres pisos, con una abertura a medio metro3 del techo y con una puerta en uno de sus costados.
17 Porque voy a enviar un diluvio sobre la tierra, para destruir a todos los seres vivientes bajo el cielo. Todo lo que existe en la tierra morirá.
18 Pero contigo estableceré mi pacto, y entrarán en el arca tú y tus hijos, tu esposa y tus nueras.
19 Haz que entre en el arca una pareja de todos los seres vivientes, es decir, un macho y una hembra de cada especie, para que sobrevivan contigo.
20 Contigo entrará también una pareja de cada especie de aves, de ganado y de reptiles, para que puedan sobrevivir.
21 Recoge además toda clase de alimento, y almacénalo, para que a ti y a ellos les sirva de comida.»
22 Y Noé hizo todo según lo que Dios le había mandado
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