domingo, 7 de enero de 2018

GUÍA PROFÉTICA

FLORIDA.- La costa este de EEUU afronta dramáticos descensos de temperatura de hasta 26 grados bajo cero, tras el paso del ciclón bomba que dejó cuantiosos que causó inundaciones, vientos huracanados y al menos 18 muertos.
Los meteorólogos pronostican que la  sensación térmica descenderá a 26 grados centigrados bajo  cero en el noreste y hasta -6 °C en zonas de la Florida, considerado el estado del Sol, ahora sumido en una de las peores tormentas invernales de su historia.
Todos coinciden en  que el aire frío y los fuertes vientos hagan descender la temperatura a niveles récord, que hará castañear los dientes de las millones de personas desde el Atlántico medio a Nueva Inglaterra  durante todo el fin de semana.
Por la intensidad del viento polar, la sensación térmica podría descender este viernes a -26 grados en un área que va desde Filadelfia hasta Beantown. En estados como Maryland y Virginia, la temperatura se ubicaría en un rango de entre -12 y -9 grados. Las áreas costeras en el noreste estarían en un solo dígito.
Las ventiscas heladas pueden hacer que la temperatura se sienta hasta 30 grados más baja. Son niveles peligrosos, que podría conducir a la congelación, advirtió Carl Erickson, un meteorólogo AccuWeather, con sede en State College, Pensilvania.
El sur tampoco se salvará. Louisiana, Mississippi, Alabama y Georgia pueden esperar temperaturas de entre -9 y -6 grados.
El domingo por la mañana deberían llegar las temperaturas más frías de Portland y Maine a Washington DC.
“Es entonces cuando los registros serán desafiados o, incluso, se quebrarán, con temperaturas cercanas a -17 grados en muchos lugares”, dijo Brian Hurley, un meteorólogo del Centro de Predicción del Tiempo del Servicio Meteorológico Nacional en College Park, Maryland.
Se espera que el clima más estacional vuelva recién a principios de la próxima semana, con temperaturas de entre -1 y 4 grados. Para muchos, ese nivel de frío será considerado un verdadero alivio.
La tormenta, popularmente conocida como ciclón bomba, comenzó hace dos días en el Golfo de México y golpeó primero a Florida. Para el jueves estaba causando estragos, con ráfagas de viento en torno a 113 kilómetros por hora y la caída de hasta 46 centímetros de nieve.
Miles de escuelas y negocios tuvieron que cerrar sus puertas, además de las múltiples cancelaciones de vuelos. Los servicios públicos se vieron seriamente comprometidos durante algunas horas. En el sur, por ejemplo, el clima invernal obligó a instalar inodoros portátiles fuera del Capitolio de Mississippi, después de que las tuberías explotaron.
En Nueva Inglaterra, los fuertes vientos trajeron inundaciones costeras que alcanzaron niveles históricos en algunas ciudades, como Boston, con agua helada que desbordaba muelles, calles y restaurantes. Muchas personas quedaron atrapadas y tuvieron que ser rescatadas.
El jueves a la noche había al menos 24 mil personas sin luz en todo el estado de Massachusetts, informó el gobernador Charlie Baker. La Guardia Nacional desplegó 500 efectivos a lo largo de toda la costa. “Actualmente, la prioridad es asistir con soporte al transporte y a los vehículos”, informó un comunicado. (ECHA Agencias)

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