Un terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter azotó el norte de la región costera de Ecuador el 16 de abril, llevándose las vidas de decenas de personas y causando múltiples daños materiales que aún se están evaluando. Se trata de uno de los terremotos más fuertes de los que han sacudido el país en los últimos 36 años.
La ciudad turística de Pedernales ha sido la más afectada, ya que es el sitio poblado más cercano al foco del terremoto. Según informes extraoficiales, cerca del 80 % de la localidad habría quedado destrozada.
Continúan recibiéndose solicitudes de ayuda desde el lugar. La ciudad se encuentra aislada, sin energía eléctrica y dificultades en el acceso.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador ha registrado aproximadamente 36 réplicas del fuerte terremoto de la tarde del sábado, con magnitudes variadas entre 2,6 y 5,6.
Según el reporte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, las autoridades desplazaron a cerca de 10.000 uniformados de las Fuerzas Armadas a la zona afectada. Además, 300 bomberos han acudido a la provincia de Manabí, 200 de ellos a Pedernales.
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